En esta ocasión, Schoenbrun cuenta con el respaldo del estudio A24, que le proporciona el presupuesto suficiente para desarrollar el argumento que quiere contar con libertad y un alcance mayor que en anteriores veces. I saw the TV glow sigue siendo una película pequeña, casi íntima, con un rabioso espíritu independiente capaz de conectar con las inquietudes y las neuras del público adolescente. La generación que se ha quemado los ojos viendo series en Disney Channel y leyendo en Whattpad se verá reconocida en los protagonistas del film, interpretados por Justice Smith y Brigette Lundy-Paine. Dos jóvenes alienados que tratan de escapar de un entorno que les oprime refugiándose en la ficción de un serial titulado The Pink Opaque, en el cual proyectan sus anhelos de trascender y de realizarse a sí mismos. Argumentos parecidos a este los ha habido siempre, con chicos que se adentran en universos literarios (La historia interminable), en programas de televisión (Pleasantville) o en videojuegos (Starfighter). La originalidad de I saw the TV glow reside en su forma, ya que Schoenbrun crea un universo de habitaciones cerradas, gestos traspuestos y colores vivos que brillan en la oscuridad de la noche gracias a la fotografía de Eric Yue. La paleta cromática define la atmósfera dominada por los tonos violeta y azulados, una decisión que sublima la estética y la envuelve en un aire misterioso y mágico, semejante al ensueño.
La película está dotada de un estilo tan marcado que las imágenes no se pueden disociar de la trama, algo que empuja a Schoenbrun a cometer algunas temeridades. Por ejemplo, la ruptura de la cuarta pared o las bruscas elipsis de tiempo... sin duda, el riesgo más notable se encuentra en el tercer acto, cuando el personaje ya maduro encarnado por Smith sufre una decadencia demasiado impostada, que el maquillaje y la interpretación agravan. Este tramo hace tambalearse el conjunto que, hasta entonces, ha resuelto sus dificultades con imaginación, destreza y un comedimiento que se rompe solo al final. I saw the TV glow logra sobreponerse a esta catarsis dramática y se erige como una rara avis enigmática y fascinante, una osadía que resuelve muy bien su limitación de recursos y que sabe profundizar en la psique de un sector de espectadores que la pueden convertir en film de culto.
A continuación, el vídeo de la canción principal compuesta e interpretada por Sloppy Jane. Una pieza de pop etéreo que reproduce fielmente los sonidos de los noventa en los que se ambienta I saw the TV glow. Que lo disfruten: