If.... 1968, Lindsay Anderson

El mismo año que en París se prohibía prohibir y florecía la primavera de Praga, se estrenaba en las pantallas británicas If.... Una película nacida sobre las brasas de 1968, que exhibe su código genético en cada fotograma. Rodada en las postrimerías del free cinema inglés, If.... es un producto coyuntural a su época, una radiografía del espíritu contestatario y radical que definió a los angry young men, en cuyas filas militaba Lindsay Anderson.
El cineasta escupe su bilis contra el sistema educativo británico y los estamentos del poder, apuntando a todo lo que se mueve. Habrá quien se plantee dudas: Palma de Oro en Cannes, candidatura al Oscar, distribución internacional de Paramount... donde unos pueden ver fariseísmo, otros la táctica del caballo de Troya (el ataque desde dentro). Sea como sea, If.... no es una película ante la que se pueda permanecer indiferente.
La estructura narrativa del film se aparta de la línea convencional y opta por el recorrido impresionista, a través de ocho episodios en los que se retrata la cruel disciplina en un college y la insurrección final de un grupo de alumnos que decide reivindicar su libertad a balazos. El discurso ideológico de Anderson se impone al cinematográfico, con el acierto de que la soflama revolucionaria que destilan sus imágenes es aliviada por grandes dosis de sátira y de lirismo. El director opta por introducir de manera arbitraria algunas escenas en blanco y negro dentro de una película en color, sin excusas argumentales ni de estilo. Este capricho formal puede ser confundido con atrevimiento, una sensación que se repite a lo largo del metraje de If.... y que termina trasladando una impresión algo ingenua. Anderson pone tanto empeño en resultar provocador, que su tesón acaba por amortiguar la carga explosiva que sustenta la película. Tal vez una menor insistencia en los desmanes del profesorado y una visión general un tanto más fría, hubiese alimentado las llamas de esta película con vocación pirómana.
Gran parte de la fascinación que todavía hoy puede provocar If.... se debe a la presencia inquietante de Malcolm McDowell. El actor debuta en el cine con el papel de subversivo refinado que ha caracterizado el resto de su carrera, un personaje hecho a su medida que hace creíbles las arriesgadas propuestas de If....
Vista con la perspectiva del tiempo, la película se presenta como la llamativa postal de una época en ebullición, y el ideario de un cineasta, Lindsay Anderson, que invitaba a la lucha con un polvorín de libertad y de rabia. A continuación, una de las escenas más carismáticas de If.... la salida al exterior de los dos jóvenes internos y su encuentro con la chica rebelde del film. Imposible disociar este momento de puro free cinema con la otra gran corriente de vanguardia europea, la nouvelle vague. Verismo, transgresión y poesía en austeros blanco y negro: