El forajido. "The outlaw" 1943, Howard Hughes

El multimillonario Howard Hughes quiso convertirse en un gran director de cine empezando desde arriba. Así, para su segunda y última película como realizador contó con los mejores profesionales posibles: Gregg Toland en la fotografía, Victor Young en la música, Jules Furthman en el guión, y un elenco en el que sobresalen Thomas Mitchell, Jane Russell y un genial Walter Huston. Sin duda, "El forajido" es una producción ambiciosa que Hughes no logró redondear en su conjunto, debido a algunos desajustes con el ritmo y con la mezcla de géneros, que terminaron aligerando el elemento dramático de la película y añadiendo cierta trivialidad al relato. Y es que en "El forajido" cobra mayor importancia la parte sobre el todo, haciendo que el metraje tienda a la dispersión, en especial desde que el personaje interpretado por Jane Russell, la inolvidable Río, pierde importancia dentro de la trama. Ella es el verdadero puntal de la película, y su exuberante presencia es la responsable de que "El forajido" haya trascendido hasta nuestros días. Paradójicamente, algunos de los defectos del film son los que han acabado por definir su carácter, confiriéndole cierto halo de extrañamiento y de peculiaridad que le alejan de ser un western al uso, una comedia o una película romántica convencional, sino todo ello al mismo tiempo y a su modo. Por estos y otros rasgos se puede definir "El forajido" como una película irregular que es necesario ver, aunque sólo sea para comprobar cómo los mitos de Pat Garrett, Doc Holliday y Billy el Niño son reducidos a escombros por el mito corpóreo de Jane Russell.
Sirva como homenaje a la actriz el siguiente montaje de fotografías, con un catálogo de cortinillas que no tiene desperdicio, animado por un tema musical interpretado por la propia Russell. Y es que hubo una época en que los artistas sabían cantar, montar a caballo, practicar esgrima e incluso actuar. Que lo disfruten.