I´m not there. 2007, Todd Haynes

La vida y la obra de Bob Dylan ofrecen el material perfecto para una biografía, pues contiene los elementos necesarios de un drama de profundidad: descubrimiento, rebeldía, amor, desamor, transformación, compromiso, redención y una larga lista de términos que se pierden en medio del misterio y la leyenda que el propio personaje se ha encargado de propagar a su alrededor, como una cortina de humo o un reguero de pistas falsas. Por eso hacía falta un director como Todd Haynes, amante de los retos, para adaptar a la pantalla el rico y basto universo de Dylan. Consciente de la multidimensionalidad del personaje y del carácter poliédrico que durante tantos años se ha dejado entrever, Haynes afronta la prueba huyendo del biopic al uso y elaborando una aproximación al más puro estilo Dylan: fecunda, abigarrada, intuitiva, provocadora y sin admitir nunca si de lo que se trata es de revelar una verdad o de sugerir una invención. Haynes recurre para ello a los métodos más arriesgados, forzando las expresiones narrativas por medio de la fragmentación de espacios y de tiempos, buscando la alegoría, y jugando también con las expresiones visuales al alternar distintos tratamientos estéticos que unas veces conviven en la pantalla y otras se enfrentan abiertamente. Aunque la vocación suicida de Haynes queda patente en lo que es el máximo reclamo de "I´m not there": la recreación de Bob Dylan por parte de una variedad de actores de diferente sexo, procedencia y color de piel, una prueba de la que sale bien parado y que convierte a esta película no sólo en un ejercicio peculiar sino en mucho más, en una obra fascinante que recupera el concepto de cine de autor con todas sus consecuencias. Esto significa que "I´m not there" hará las delicias de los admiradores de Dylan mientras que puede llevar hasta la irritación a los no conversos del genial artista.
A continuación, un interesante montaje que compara al Dylan real con una sus recreaciones en la película, la magnífica Cate Blanchett.