La casa de bambú. "House of bamboo" 1955, Samuel Fuller

Dentro del cine negro existe un subgénero de larga tradición cuyas posibilidades se siguen explorando hoy en día, las películas de infiltrados, entre las cuales "La casa de bambú" ocupa un lugar preeminente. El hecho de trasladar su intriga policíaca a decorados tan alejados de los habituales como las calles de Tokyo, confiere a la película originalidad y una cualidad fascinante, la de integrar perfectamente los escenarios naturales con el desarrollo de la acción, algo que la emparenta con films míticos como "El tercer hombre" o "Noche en la ciudad". Para ello, Samuel Fuller sabe potenciar los méritos de un guión ajustado, bien medido y bien dialogado, a través de una realización rica, dinámica y sin aspavientos, que se ve favorecida por una impecable factura técnica. Hay en "La casa de bambú" una ejemplar utilización del cinemascope, lo que permite que la magnífica fotografía de Joseph McDonald brille con luz propia. Dentro del eficaz reparto sobresale la labor de un inolvidable Robert Ryan, capaz de crear un personaje multidimensional con los recursos adecuados, un volcán dormido que amenaza con erupcionar en cualquier momento dilatando la tensión de cada escena hasta el final. Sin duda, "La casa de bambú" es una de las grandes obras del cine negro, todo un derroche del vigor y de la fuerza narrativa de un cineasta, Samuel Fuller, en plenitud de facultades.