Obsesión. "Ossessione" 1943, Luchino Visconti

"Obsesión" pasa por ser la película que inauguró uno de los movimientos fundamentales en la historia del cine, el neorrealismo italiano. Además, fue la primera obra que dirigió Luchino Visconti, uno de sus autores más importantes. Ninguno de estos dos hechos fundacionales afecta al resultado de este gran film. El pulso tras la cámara de Visconti es el de un veterano lleno de energía y dinamismo, un prodigio de planificación que extrae toda su fuerza de los primero planos y que juega con la profundidad y los decorados a la manera elegante de sus mejores películas. Los actores Clara Calamai y Massimo Girotti saben transmitir la atracción necesaria para que se convierta en el motor de la historia, la obsesión del título como puerta hacia la fatalidad, que tanto sería aprovechada en versiones posteriores declaradas ("El cartero siempre llama dos veces") como en las no declaradas ("Perdición", "El hombre que nunca estuvo allí"). A pesar de todo, el punto flaco de "Obsesión" reside en un guión exhaustivo y cargado de detalles, que en su parte final se pierde en divagaciones y da vueltas sobre sí mismo estirando la trama hasta lo imposible. Una lástima que aleja a esta película de la excelencia para situarla en un ejercicio de cine apabullante, lleno de atractivos, pero que deja en el espectador una sensación final de hastío y de desaprovechamiento.