Conocerás al hombre de tus sueños. "You will meet a tall dark stranger" 2010, Woody Allen

En ningún otro autor como en Woody Allen se aprecia mejor la dicotomía entre el escritor y el director de cine, hasta tal punto que puede afirmarse que Allen es un literato que filma con su pluma y un cineasta que escribe con la cámara. "Conocerás al hombre de tus sueños" es un ejemplo modélico, ya que se trata de una película recorrida de principio a fin por la literatura. Desde la cita de Shakespeare que abre la película hasta la voz en off que invita, al final, a cerrar el cuento, pasando por todas las referencias argumentales, narrativas y de personajes que pueblan sus imágenes, el enésimo trabajo de Allen funciona como una fábula antigua en tiempos modernos con personajes que poseen el don de la intemporalidad. A ello contribuye el extenso reparto que, como es habitual, amolda el rostro perfecto para cada papel, además de un ritmo y de un sentido del relato que permiten que "Conocerás al hombre de tus sueños" se siga con diversión, interés y congoja. Porque como también es costumbre en el cine de Allen, esta película disfrazada de comedia ligera invita detrás de sus ingenios a la reflexión. Y la metáfora, aunque deje una sonrisa en la boca del espectador, resulta tan reveladora como dolorosa. Woody Allen vuelve a hacer cierta la vieja fórmula de que comedia mas tiempo equivalen a drama. En este caso, como en tantos otros, el orden de los factores no altera el producto de una obra que si bien no ofrece novedades respecto a películas anteriores de Allen, tiene la virtud de presentar historias que ya se han visto antes como si fuesen nuevas. Porque al final, el director continua haciendo variaciones sobre los mismos temas y demostrando esa capacidad que le corresponde casi en exclusiva para reaprovechar los mismos materiales sin agotarlos. Como sólo los buenos directores y los buenos escritores saben hacer.