DREAM SCENARIO. 2023, Kristoffer Borgli

Segundo largometraje del cineasta noruego Kristoffer Borgli y primero que filma en Estados Unidos con la producción de Square Peg, compañía que tiene al frente a Ari Aster. Este dato no es casual, ya que Dream Scenario coincide en mostrar la rugosidad de la condición humana presente en el cine de Aster, con la diferencia de que Borgli se aproxima más al discurso intelectual de Charlie Kaufman. De hecho, es imposible no pensar en este viendo a Nicolas Cage caracterizado como un profesor anodino que aspira a adquirir relevancia académica con sus estudios, además de ejercer de padre de familia corriente. Su vida transpira normalidad, hasta que un día la gente empieza a pararle por la calle para decirle que sueñan con él. La sorpresa se irá convirtiendo en reconocimiento y luego en pesadilla, lo que sirve a Borgli para desarrollar una fábula acerca de la fama, la privacidad y el peligro de los deseos satisfechos.

El guion del propio Borgli sabe introducir la incertidumbre dentro de un engranaje narrativo de gran precisión, que aligera la tragedia del protagonista con dosis de humor negro. Dream Scenario acierta en el tono y en medir los tiempos para que los giros dramáticos mantengan la atención del espectador, en muchos momentos desconcertado ante la pantalla. No es para menos. La mezcla de lo onírico y lo real resulta orgánica y sitúa el absurdo existencial como tema de fondo, gracias a unas imágenes que inciden en el extrañamiento. La puesta en escena logra transmitir la confusión que vive el matrimonio interpretado por Nicolas Cage y Julianne Nicholson, ambos magníficos, mediante encuadres que descomponen el equilibrio. Lo mismo sucede con el montaje, también obra de Borgli, que emplea recursos disruptivos como el salto de eje, el zoom in y el fraccionamiento arbitrario de algunas situaciones para generar el caos que requiere el relato. Se trata de un caos controlado y muy estético que toma influencia del cine de los setenta en las texturas, la paleta de colores y la luz que imprime Benjamin Loeb en la fotografía, filmada con película analógica de súper 16 mm.

Ni las técnicas del pasado ni el aire retro impiden que Dream Scenario capture a la perfección el desasosiego de los tiempos actuales. Esa es la virtud que alcanza Kristoffer Borgli: retratar la paranoia colectiva de una sociedad fácilmente manipulable, empleando los artificios de la ficción... y con la ayuda de Nicolas Cage en uno de sus papeles más memorables, avejentado por el maquillaje. Cabe destacar también dentro de este film singular y estimulante al compositor Owen Pallet. A continuación pueden escuchar un bellísimo ejemplo de su música: