Amor eterno. "Eternal love" 1929, Ernst Lubitsch

Que Lubitsch fue un maestro lo demuestran películas como ésta. Rodada en las postrimerías del cine mudo, "Amor eterno" es un prodigio de realización al servicio de un guión poderoso y de una puesta en escena llena de imaginación y talento. La contundencia de las imágenes y una fotografía muy matizada, obra de Oliver T. Marsh y Charles Rosher, dotan a este film de una plasticidad fuera de lo común, convirtiendo la pantalla en un lienzo. Las interpretaciones de los actores, con el gran John Barrymore a la cabeza, son ajustadas y precisas, sin el exceso de la pantomima habitual por entonces. La cámara de Lubitsch recorre los decorados y los rostros de forma ágil, enérgica, y sabe captar el erotismo del relato mediante las sugerencias que formarían parte de su famoso toque. "Amor eterno" supone una muestra de lo lejos que llegó el cine mudo gracias a autores como Ernst Lubitsch. Cine con mayúsculas.
A continuación, una muestra de la extensa filmografía de John Barrymore, una de las grandes estrellas del Hollywood dorado.