Help! 1965, Richard Lester

El talento de los Beatles resulta tan rotundo e inabarcable que ni siquiera daños colaterales del estrellato como haber rodado "Help!" pudo despeinarles. Un año después de hacerles debutar en el cine, Richar Lester volvió a convocar a los cuatro de Liverpool abandonando el free cinema de "A hard day´s night" y doblando el presupuesto sin potenciar con ello los méritos de "Help!", sino más bien al contrario. El resultado es de difícil definición. Los más entregados podrían etiquetarlo como humor absurdo, aunque ciertamente se necesita ser un espectador voluntarioso para apreciar la comedia en esta sucesión de momentos producto del delirio que ninguna relación guarda con los números musicales. Éstos aparecen arbitrariamente y sin una coherencia narrativa más que la del capricho, convirtiéndose en la única excusa para ver el film. A ellos se reduce la escasa inventiva visual aplicada por Lester, en el resto de las escenas impera la realización más amateur combinada con una producción espartana y una total ausencia del sentido del ridículo. El espíritu libertario que "Help!" exhibe con alegría no consigue calar en unas imágenes más cercanas al cartoon que a cualquier otra cosa, pero cuya resolución en la pantalla resulta tan pobre y deslabazada que termina imponiéndose la sensación de talento desperdiciado, de ejercicio lisérgico que -es de suponer- hizo disfrutar a los Beatles de unos buenos ratos en Londres, las Bahamas y los Alpes suizos sin que el público pueda apreciarlo desde sus butacas más que como simples e impacientes espectadores, excluidos de cuanto sucede ante sus ojos. Los Beatles, al fin y al cabo, podían permitirse estas cosas y muchas más.
A continuación, un clásico imperecedero: