
El guión de esta película alterna las situaciones cómicas con las dramáticas, dándole relevancia a las segundas, por medio de una galería de personajes que se corresponden a arquetipos reconocibles y muy funcionales (la joven inocente, el Don Juan, el romántico soñador, el padre puritano...) El aprovechamiento de los diferentes decorados denota el dominio de la puesta en escena de Griffith, trascendiendo los márgenes teatrales a través de elipsis, flashbacks y demás herramientas narrativas. Su musa habitual, Lillian Gish, realiza una interpretación sentida y esforzada dentro de los parámetros de la época, más cercanos a la pantomima, en un personaje que pone en tela de juicio la hipocresía de ciertas costumbres y las profundas diferencias entre sexos y clases sociales. "Las dos tormentas" es un drama de alto voltaje cuyo desenlace, lleno de garra y emoción, funciona como catarsis de todo lo acontecido anteriormente, el colofón a una película muy enraizada en su tiempo que supone el paradigma de un autor, David W. Griffith, con el que el cine tendrá siempre una deuda pendiente.
A continuación, una de las numerosas películas cortas que Griffith rodó bajo la producción de Biograph, "The house of darkness" de 1912, con la participación de Lillian Gish y Lionel Barrymore entre otros actores.