Amateur. 2011, Néstor Frenkel

Para ilustrar la pasión por el cine no es necesario invocar a los grandes nombres ni a los artistas que contribuyeron a su evolución. Al menos esa es la teoría que defiende Amateur, documental del director argentino Néstor Frenkel. La trama sigue los pasos de Jorge Mario, odontólogo, conductor de un programa de radio local, filatélico, cabecilla de un grupo de scouts, aficionado al pádel y a la práctica del tiro, coleccionista de latas de cerveza y de otros objetos inútiles y, sobre todo, cinéfilo entusiasta y autor de una larga filmografía de películas rodadas en ocho milímetros.
Después de una introducción en la que se desvelan las particularidades del cine doméstico, Frenkel afronta la tarea de extraer todo el jugo de su personaje en apenas setenta y cinco minutos de duración. Y en verdad lo consigue. Mario cumple con el tópico del argentino ingenioso y conversador, a lo que el director responde con la elocuencia de su cámara. Amateur está escrita, grabada y montada con clarividencia, haciendo suyo el lema de todo buen documental: la realidad supera a la ficción.
La realidad del protagonista resulta fascinante por su su ingenua alegría y por la forma en la que aparece representada en Amateur, como si Frenkel se viese contagiado por ella. Así, la sensación que desprende este documental es la del gozo de las vocaciones compartidas. Cine sobre el propio cine, la lente frente al espejo. A diferencia de otras películas que abordan el tema desde la teoría (Habitación 666, Innisfree) o la anécdota (Vivir rodando, Torremolinos 73), Amateur recurre a las peripecias de un hombre anónimo, un diletante con una misión: divulgar el placer que ha dado sentido a su vida. Ahí reside la grandeza de este pequeño film rebosante de humor que los cinéfilos en general y los estudiantes de cine en particular deberían ver.