El techo del mundo. "Tout en haut du monde" 2015, Rémi Chayé

Tras haber adquirido experiencia trabajando en los departamentos de animación de diferentes producciones europeas de gran calidad, Rémi Chayé afronta la dirección de su primer largometraje con El techo del mundo. Una película que cuenta con los atributos más destacados de la cinematografía francesa: un guión trabajado, capaz de satisfacer a públicos de todas las edades, y unos dibujos con estilo propio, que no tratan de emular las omnipresentes referencias de Disney y Pixar. Pero los logros de esta opera prima van mucho más allá.
Para empezar, el tono y el desarrollo argumental de El techo del mundo destilan clasicismo por los cuatro costados. Los espíritus literarios de Conrad, London o Stevenson son convocados en un relato de apenas ochenta minutos rebosantes de emoción y aventura, en los que la acción se comprime dejando también espacio para el sentimiento. El guión es un prodigio de síntesis narrativa a la antigua usanza: presentación inmediata de los personajes, alternancia de escenas dinámicas con otras más reflexivas, concisión en el relato e incidencia de los escenarios sobre cada una de las situaciones.
Lo mismo puede decirse del aspecto visual del film. Las imágenes de El techo del mundo son de una belleza sencilla y directa, acaso la más rara de las bellezas. Los dibujos prescinden de líneas que delimitan los colores y definen las figuras, de sombreados innecesarios y de volumen en las formas. Es una animación muy cercana a la ilustración, que otorga gran importancia a la cromatología y al diseño estético. Un verdadero placer para los ojos.
En suma, El techo del mundo es una propuesta muy estimulante, una joya casi perfecta. Lo único que debe lamentarse es su banda sonora, vulgar en ideas y en ejecución, que no está a la altura del conjunto. Por lo demás, no cabe duda de que el director Rémi Chayé ha conseguido hacer una de las películas de aventuras más perfectas de los últimos tiempos, no sólo en lo que se refiere a la animación, sino a cualquier otra producción que se pueda ver en las pantallas.