CLASIFICADO S: TRANSGRESIÓN EN LA TRANSICIÓN. "Exorcismo: The Transgressive Legacy of Clasificada S" 2024, Alberto Sedano

A pesar del éxito que tuvieron entre el público de los años 70 y 80, las películas clasificadas S nunca gozaron de la aprobación de la crítica. Tal vez por eso, no ha habido estudios ni relatos pormenorizados sobre el tema hasta los últimos tiempos, con el estreno de ficciones (Los años desnudos), documentales (Sesión salvaje) o la publicación de libros (Clasificada 'S') que han venido a completar la escasa información disponible acerca de este cine barato y carente de pretensiones artísticas. De hecho, la denominación S significa sensible, una advertencia por parte de las autoridades que pronto se convirtió en un reclamo para atraer la atención de los espectadores con sus contenidos eróticos y violentos, encabezados por provocativos títulos de la talla de: En busca del polvo perdido, Sueca bisexual necesita semental, No me toques el pito que me irrito... Puede que no figuren en ninguna lista elaborada con buen gusto, pero es indudable que se integran en la cultura popular de un país que quiso degustar a mordiscos el sabor de la libertad recuperada tras décadas de dictadura franquista.

Para reivindicar este periodo de apertura, Alberto Sedano escribe, dirige y produce Clasificado S: Transgresión en la Transición, con la compañía Severin Films. Un estudio norteamericano especializado en género de terror que permite que el debut de Sedano tenga posibilidades de exportación, ya que en parte está filmado en inglés, incluida la narración en off de Iggy Pop.

La película sabe conjugar la investigación y el entretenimiento, gracias a incluir abundante material de archivo y declaraciones de historiadores, profesionales y algunos de los protagonistas de la época (Antonio Mayans, Jack Taylor o Ricard Reguant, entre otros). Todo contado con dinamismo y profusión de referencias, a veces incluso demasiadas, ya que el inventario de películas es tan extenso que puede llegar a saturar. El documental está dividido en bloques argumentales que proporcionan contexto histórico, análisis, anécdotas y numerosas imágenes que deparan un festín de sangre falsa y de desnudos verdaderos. En suma, se trata de una experiencia muy divertida que no cabe recomendar a moralistas de estómago delicado. Los demás podrán disfrutar de esta mirada al pasado que contiene también cierto reproche al desmantelamiento de una industria que no volvió a ser la misma, y a la falta de voluntad de riesgo que todavía afecta a nuestro cine.

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