Chantaje contra una mujer. "Experiment in terror" 1962, Blake Edwards

Emocionante película de suspense que demuestra la versatilidad de Blake Edwards y supone uno de sus mejores trabajos como director. "Chantaje contra una mujer" es su incursión en el film policíaco revestido de terror psicológico, tan en boga en la época, mediante un ejercicio de vigor narrativo y de elegancia escénica. Éstas son las mejores bazas de un Edwards en plenas facultades. Por un lado, la realización de la película funciona como un tratado de clasicismo en la planificación y en la puesta en escena. Por otro lado, el eficaz pulso narrativo de Edwards y su inteligente concepción del montaje aportan a "Chantaje contra una mujer" una impronta de frescura y de fuerza que dan como resultado, al mismo tiempo, una obra muy situada en su época y profundamente moderna, dos virtudes que hacen que las grandes películas resulten intemporales. "Chantaje contra una mujer" lo es además por su hábil guión, que sabe manejar con acierto la multiplicidad de escenarios y de personajes, por la dirección de actores, donde brillan con relevancia Glenn Ford, Ross Martin y la excelente Lee Remick, y por una inmejorable factura técnica en la que destaca el montaje de Patrick McCormak y la fotografía en blanco y negro de Philip H. Lathrop, cuya estilización dota de dramatismo unas imágenes capaces de seducir los ojos del espectador y de inquietarle a partes iguales. La sugerente música de Henry Mancini termina de redondear el conjunto de una película que mantiene la tensión de la trama de la primera hasta la última escena. Sin duda, "Chantaje contra una mujer" se encuentra entre las obras más importante de Blake Edwards, un director irregular que vivió aquí su mejor época.