Psiconautas. 2015, Pedro Rivero y Alberto Vázquez

Al igual que sucede en otros países, en España se va estrechando la relación entre el cine de animación y la novela gráfica. Un binomio que cuenta con ejemplos recientes (Chico y Rita, Arrugas) y otros venideros (Buñuel en el laberinto de las tortugas, Memorias de un hombre en pijama). Entre medias se sitúa Psiconautas, una de las películas más sorprendentes hechas en cualquier formato o género, y que cuenta con diferentes fases: en 2006 nace representada en viñetas, cuatro años después adopta la forma de cortometraje con el título de Birdboy, y en 2015 expande su fantástico universo para convertirse en largometraje. Alberto Vázquez es el autor de la obra durante todo el proceso, en cuya parte cinematográfica está acompañado por Pedro Rivero.
Poco se puede contar sin desvelar el misterio de este film hermoso y perturbador. La historia está llena de personajes inesperados, capaces de reflejar las miserias y las grandezas del ser humano bajo una apariencia irreal. Son animales antropomorfos, seres increíbles diseñados con una gran economía de trazos y que resultan enternecedores y terribles según la naturaleza del cuento. Porque Psiconautas es, ante todo, una fábula oscura acerca de la superación y del peso de los estigmas, de la capacidad de enfrentar las dificultades y de la fatalidad que se cierne sobre los individuos desechados por la sociedad. Hay que advertirlo: no es una película para todos los públicos. La belleza de las imágenes no impide que el visionado reporte sensaciones incómodas e incluso amargas, en este contraste reside la excepcionalidad de la película. El horror de la distopía estilizado con diseños coloristas e hipnóticos.
Los directores consiguen desarrollar toda la inventiva visual que ofrece el relato e imprimen el ritmo adecuado para provocar fascinación y entretenimiento. En suma, se trata de una de las joyas más deslumbrantes del cine de animación elaborado en España. Un país que hace pocos años no figuraba en ningún recuento de largometrajes destacables y que, por fin, empieza a desgranar una filmografía exigente y adulta gracias a operas primas como Psiconautas.