Chavela. 2017, Catherine Gund y Daresha Kyi

La vida de Chavela Vargas está llena de paradojas. Nacida en Costa Rica, llegó a convertirse en un emblema de la canción mexicana, aunque fue en España donde resucitó al final de su carrera. Con estas credenciales, no es extraño que el primer documental serio que retrata su figura tenga procedencia estadounidense.
Chavela recoge la vida y milagros de la cantante que llevó la ranchera de las cantinas a los grandes escenarios, siguiendo tres líneas narrativas principales: su trayectoria como artista, su condición de mujer lesbiana y su convivencia con el alcoholismo. Las directoras Catherine Gund y Daresha Kyi refuerzan el discurso feminista del personaje rescatando entrevistas, fotografías y grabaciones de jugoso contenido, un material que incluye luces y también algunas zonas de sombra. Porque Chavela no era una santa (ni falta que le hacía), y el film tiene la virtud de saber esquivar las tentaciones hagiográficas para aproximarse al perfil de una mujer compleja, cuyo talento consiguió sobrevivir a todos los excesos.
El fuerte carácter de la protagonista permite que el documental trascienda la convencionalidad del conjunto, salvando la película del producto destinado a la televisión al que a veces tiende a parecerse. El resultado es correcto, incluso demasiado, lo que motiva a echar en falta algo más de la garra y la inspiración propias de Chavela... Un mal menor que no impedirá disfrutar a sus admiradores ni a aquellos que se asomen por primera vez al abismo insondable de su arte.