Personal shopper. 2016, Olivier Assayas

Olivier Assayas es un director al que le gusta asumir riesgos. Por eso su trayectoria es una serie de envites que a veces salen bien y otras no tanto, como es el caso de Personal shopper. El principal reto que afronta el cineasta francés, ya desde el propio guión de la película, es conjugar el drama sobrenatural con el thriller psicológico y el retrato costumbrista de las élites sociales, una mezcla que a priori se antoja imposible y que, en efecto, termina por no concretarse. La indefinición es el gran problema que afecta al film y que impide que algunas de sus líneas narrativas se desarrollen con el interés que parecían prever.
A pesar de estos inconvenientes, en Personal shopper se trasluce la capacidad de Assayas para generar atmósferas y para articular un lenguaje cinematográfico personal y sugerente. Lo que hace más evidente que las debilidades de la película vienen derivadas del texto, como si el Assayas escritor estuviese en pugna con el director. Sin embargo, hay algo en el film que obliga a mantener la atención y que vuelve fascinante la deshilachada sucesión de escenas. Ese algo es Kristen Stewart, quien aporta al personaje protagonista su habitual indolencia como antesala de un intenso mundo interior. La mirada de la actriz, la voz, la cadencia de sus movimientos... marcan el ritmo de Personal shopper y la salvan del previsible desastre, apelando al influjo de su presencia. Puede que Stewart no sea la mejor intérprete ni tampoco la más bella, sin embargo, posee un magnetismo animal capaz de dotar de carisma a cualquier personaje, incluso cuando no ha sido revestido de coherencia, como es el caso.
Poco más se puede añadir que no redunde en lo anterior. Tan solo lamentar que los esfuerzos del equipo técnico y las temeridades que adopta Personal shopper no encuentren solidez en la pantalla, y que la propuesta de Olivier Assayas no haya fructificado como merecía. Como consuelo queda escuchar las palabras del autor galo, en una sentencia que bien podría figurar en algún manual de cine. Los aprendices de director pueden tomar apuntes: