DIAMANTES EN BRUTO. "Uncut gems" 2019, Ben Safdie y Joshua Safdie

Los hermanos Ben y Joshua Safdie ascienden a la primera liga con el trampolín que les proporciona la distribución de Netflix y algunos productores de renombre como Scott Rudin y Martin Scorsese. Precisamente, el espíritu de este último parece flotar sobre Diamantes en bruto, al menos en lo que concierne al ritmo y la vigorosidad de la puesta en escena. El quinto largometraje de los directores es un tour de force que persigue los pasos de Howard Ratner, un joyero asediado por las deudas que se juega su integridad física y mental en un negocio que involucra a unos violentos acreedores, su cuñado prestamista, su amante y un jugador de la NBA, entre otros muchos personajes que entran y salen del relato para acrecentar la confusión deseada.
La película gira en torno a la construcción del personaje principal, interpretado con gran habilidad por Adam Sandler. Tanto la gestualidad del actor, expresiva y matizada, como su caracterización definen el tono de Diamantes en bruto, un derroche de nervio derivado de mezclar la comedia negra con el thriller urbano. La ciudad de Nueva York es el entorno perfecto donde transcurre la desquiciada odisea del protagonista, con parada en los lugares en los que la comunidad judía practica sus ritos y operaciones comerciales. Escenarios sobre todo interiores que refuerzan la sensación de encierro y que son iluminados por Darius Khondji con su plasticidad característica, de alto contraste y colores intensos. Todo en la película resulta orgánico y transmite inmediatez: el dinamismo de la cámara, el montaje, las localizaciones, la actuación del extenso reparto... un conjunto de elementos cohesionados para crear la atmósfera adecuada de tensión y urgencia (sirvan como ejemplos las escenas en la joyería de Howard o la actuación del cantante The Weeknd, teñida de luz negra). Otro factor que contribuye al enrarecimiento es la música de Daniel Lopatin, en especial en la primera parte, a base de mezclar coros con sonidos electrónicos.
En suma, Diamantes en bruto supone la puesta de largo de dos directores que realizan un trabajo concienzudo e inspirado, lleno de garra, gracias a la implicación de Sandler y al buen hacer de los equipos artístico y técnico. Es de esperar que este relámpago de talento tenga continuidad, ya sea en salas de cine o en pantallas domésticas.