Lo que muestra la película son tomas descartadas del intento de conversación que sostuvo Henri Renaud, el conductor del programa, con un Monk dubitativo que no sabe dar respuestas coherentes a lo que se le pregunta. El entrevistador mantiene en todo momento una actitud desdeñosa e insolidaria producto de la frustración, ya que no obtiene la charla deseada que le permita brillar frente a la cámara. La mirada perdida de Monk flota en planos muy cortos que tratan de escudriñar qué hay detrás de ese gesto quebradizo y sudoroso, a punto de desmoronarse, que solo se concentra cuando toca en solitario Crepuscule with Nellie, Monk's Mood, 'Round Midnight o alguna de sus otras piezas maestras.
Rewind & Play pertenece al género de películas de metraje encontrado que se construyen y adquieren sentido mediante la edición de imágenes y sonidos. Gomis expresa las intenciones del film de manera cauta y sutil, sin estridencias (hay apenas algunos efectos sonoros añadidos) dejando las conclusiones en manos del público. Su intervención se basa en seleccionar y distribuir los elementos en el montaje para que el espectador entienda con facilidad el relato de vulnerabilidad y egolatría que enfrenta a los dos protagonistas. Todo ello esquivando los subrayados, el dramatismo fácil y los demás trucos ajenos a la esencia del lenguaje cinematográfico, que no necesita ser explicado más que en su propia naturaleza audiovisual. Un ejercicio de representatividad que debería ser visto no solo en las escuelas de cine, también en las de periodismo.