ADVENTURELAND. 2009, Greg Mottola

Como si se tratase de un ciclo vital, el director Greg Mottola avanza unos pasos desde su película Superbad y continúa retratando el proceso de madurez de la juventud de clase media norteamericana en Adventureland. Esta vez ya no son chicos de instituto sino aspirantes a ingresar en la universidad, una evolución que se refleja en el cambio de tono: del humor gamberro a la comedia agridulce con motivaciones románticas. Mottola transforma uno de los argumentos más recurrentes y peor tratados de la ficción cinematográfica, el afán de un chico por incorporarse a la vida adulta a través del sexo y la revelación del primer amor, en un relato inteligente y sensible (nunca sensiblero) que todos los espectadores pueden reconocer dentro de su propia experiencia. Lo cual no significa abandonar la diversión ni la ligereza. Y es que la virtud de Adventureland reside en el equilibrio, en la capacidad de aunar sencillez, melancolía, entusiasmo, decepción... y todas las contradicciones que suelen poblar la edad de los protagonistas.
Detrás de su aparente intrascendencia, la película se sostiene sobre un guion que Mottola construye con solidez narrativa y el desarrollo de unos personajes muy bien perfilados, no en vano son ellos los que hacen avanzar la acción gracias al buen hacer de los actores. Adventureland tiene un reparto extenso y elegido con precisión, en especial la pareja protagonista formada por Jesse Eisenberg y Kristen Stewart. Entre ellos existe una química que se repite en dos títulos posteriores y que aquí supone el máximo aliciente del film, acaso su razón de ser. El director es consciente de ello y planifica las imágenes para atender los gestos, las reacciones y los diálogos de los personajes sin permitir que otros elementos distraigan la atención. Esto, que puede confundirse con un estilo simple y falto de personalidad por parte de Mottola, en realidad denota la sabiduría de reconocer el valor que se tiene entre manos y aprovecharlo para enriquecer el conjunto. Eisenberg y Stewart destilan oro puro solamente estando frente a la cámara, pues juntos poseen la actitud de los intérpretes que se mejoran el uno al otro.
Otra de las virtudes de Adventureland es la recreación de la época en la que está ambientada, finales de los años ochenta, y el cuidado diseño de producción de decorados, vestuario, atrezzo... además de la selección musical, de gran importancia en la historia. En suma, cada ingrediente que condimenta la película tiene pleno sentido y contribuye a alcanzar el propósito de entretener y al mismo tiempo incluir oportunas reflexiones en torno a las relaciones sociales y sentimentales. Todo ello sin asomo de pretensión y apelando a la identificación del público con lo que se muestra en pantalla.
A continuación, uno de los temas musicales compuestos por la banda Yo La Tengo que suenan en la película. Relájense y disfruten: