SPIELBERG. 2017, Susan Lacy

Documental para la televisión producido por el canal HBO que dirige Susan Lacy, especialista en retratar el lado amable de figuras destacadas de la cultura popular. Como suele suceder en este tipo de formatos, el resultado no oculta su intención de ensalzar al personaje hasta el punto de bordear la hagiografía. Los escasos momentos que muestran las sombras sirven para ilustrar la superación que vendrá después, también en el caso de Spielberg, todo un panegírico en torno al célebre cineasta norteamericano.

Poco queda por decir de Steven Spielberg que no se haya explicado antes, salvo el material gráfico (fotografías, grabaciones de rodajes) que va saliendo a la luz en diferentes publicaciones y audiovisuales. Se trata, por lo tanto, de una película ideal para los neófitos que quieran entender la magnitud del director, y que apenas añadirá nada nuevo a sus seguidores. Y eso que la narración es prolija, son casi ciento cincuenta minutos de duración, aunque podrían ser muchos más dada la riqueza de contenidos que suscita la filmografía de Spielberg. No en vano es uno de los nombres fundamentales del cine de las últimas décadas y una gran influencia en todos los ámbitos, tanto a nivel artístico como industrial. Películas como Tiburón, E.T, la trilogía de Indiana Jones, La lista de Schindler... son revisadas en el transcurso del documental en relación al momento vital del director cuando las hizo.

Lacy hace hincapié en el aspecto personal, puesto que cuenta con el mismo Spielberg para conducir el relato. A través de sucesivas entrevistas en las que el protagonista habla en primera persona, se va estableciendo un nexo entre su vida y su obra, además de otras intervenciones de familiares y colegas de profesión que completan la polifonía de voces. El conjunto es rico en experiencias, sobre todo en lo que concierne al vínculo con el padre, aunque no resulta tan provechoso en lo estrictamente cinematográfico. Hay muchos temas por los que se pasa de puntillas (el fracaso de 1941, la labor de Spielberg como productor) o que se omiten sin motivo (el proyecto heredado de Kubrick para Inteligencia artificial, la tortuosa concepción del cuarto film de Indiana Jones), todo desarrollado en bloques correspondientes a la infancia, la familia, la ideología o la religión, entre otros.

En suma, Spielberg es una magnífica aproximación al que fue bautizado como Rey Midas de Hollywood. Un documental que se ve con agrado porque su narrativa fluye a lo largo del basto material que Susan Lacy tiene entre manos, con un montaje ágil y coherente, que convierte el resultado en una invitación para que los espectadores se animen a profundizar en la apasionante y apasionada trayectoria del director.