¿DÓNDE ESTÁ MI CUERPO? "J'ai perdu mon corps" 2019, Jérémy Clapin

Jérémy Clapin lleva quince años desarrollando un universo particular donde se mezclan lo excepcional y lo cotidiano, en cortometrajes de animación que han encontrado eco en los festivales. Su trabajo tiene un carácter artesano que emplea métodos digitales de manera sencilla pero muy original, las cuales conjugan a la perfección el lenguaje visual con el puramente narrativo. Dos categorías difíciles de disociar en su cine, puesto que una siempre define a la otra. En el terreno estético, los trabajos de Clapin nunca repiten el mismo estilo ni se acomodan a ninguna fórmula establecida. El director francés adapta los diseños de la animación a cada historia, en un camino que va ganando en realismo sin abandonar la economía de líneas y colores. En cambio, sus ficciones siempre resultan enigmáticas y fabuladoras, cubiertas por una melancolía insobornable.
Todos estos rasgos se aprecian en su primer largometraje y se acrecientan todavía más, hasta alcanzar la sofisticación. ¿Dónde está mi cuerpo? supone la quintaesencia de su director en un ejercicio de libertad que tiene pocas comparaciones, una ensoñación hecha película dotada de aliento lírico y de un profundo romanticismo. El guion, escrito por Clapin y Guillaume Laurant, alterna tres tiempos destinados a encontrarse: el pasado del protagonista (un niño que se queda huérfano), el presente del mismo personaje enamorado de una joven bibliotecaria, y el futuro de su mano cercenada tras un accidente. Cada una de las tres partes da sentido a las demás desde la perspectiva de la memoria, el deseo y la fantasía, respectivamente, generando atmósferas que congregan la intimidad y la acción en el espacio urbano de París. Entre medias hay una serie de elementos que se repiten: los animales e insectos (en especial la mosca), las referencias al Polo Norte, la importancia del sonido... son constantes que remarcan la estructura cíclica del relato.
La técnica de animación empleada por Clapin es de apariencia sobria pero muy eficaz en cuanto a planificación y montaje, lo cual aporta fluidez y refuerza la naturaleza propia del film, que no es otra que el movimiento. Los personajes están en un contante tránsito que parece responder al título en español, ¿Dónde está mi cuerpo?, una pregunta que va más allá de lo físico y está cargada del existencialismo propio de Jérémy Clapin. En sus imágenes se averiguan referencias a Gondry, Lynch, Buñuel y otros autores que, al igual que él, han hecho del cine el vehículo perfecto para expresar sus inquietudes y emociones. Hay que saludar esta película como lo que es: un poema hermoso y terrible sobre la soledad, concepto clave en la obra de Clapin, y de los esfuerzos del ser humano sino por superarla, al menos por asimilarla con cierta dignidad.
Buena prueba de todo esto se puede apreciar en el siguiente cortometraje de Clapin, Palmipedarium. Una genialidad del año 2012 que tiene como protagonista a la figura del inadaptado, tan característica en el cine del director. Que lo disfruten: