Spiderman: Un nuevo universo. "Spider-Man: Into the Spider-Verse" 2018, Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman

Después de seis largometrajes de Spiderman en los que el personaje ha sido interpretado por distintos actores, llega la versión animada producida por la alianza de los estudios Marvel y Sony. El cambio de formato coincide con la inclusión del super-héroe en narraciones alternativas a las habituales y, al igual que sucede en los cómics, su integración en sagas donde se intercambian los personajes y los escenarios. Una fórmula que contribuye a engordar el negocio y que suele llevar asociada un relajamiento de los controles de calidad. Pero Spider-Man: Un nuevo universo supera las expectativas y da nuevas alas a la expansión de la franquicia del hombre-araña.
Además de las virtudes que se esperan de un producto como este (espectacularidad, diversión y homenajes a los lectores de viñetas), la película tiene un diseño de animación que se aparta de los cánones establecidos por Disney y Pixar, incorporando una estética propia, original y muy atractiva. El aspecto visual mezcla diferentes estilos, desde los fondos hiperrealistas hasta la trama de puntos para dar textura a los detalles, en un lenguaje que unifica técnicas nuevas y antiguas. Spider-Man: Un nuevo universo hace constantes guiños a los aficionados a los tebeos (hay líneas de movimiento, onomatopeyas y otras soluciones gráficas) que hacen del visionado un gozo para devotos y profanos. De la misma manera, el film aspira a un público amplio que puede identificarse con la ficción de super-héroes, el anime, los looney tunes, la novela gráfica noir... una multitud de ingredientes que los directores Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman agitan en la coctelera de la película a un ritmo endiablado. Lo que no impide que el resultado logre la homogeneidad y mantenga bajo control la aparatosa cacharrería que exhibe un guión escrito a varias manos.
La historia es un derroche de fantasía y ciencia ficción, que puede desconcertar a los amantes de la verosimilitud y la coherencia debido a los elementos que integran la trama: super-poderes, universos paralelos, portales espacio-temporales... la parafernalia habitual que suele rodear el relato de buenos y malos. Todo se sostiene con consistencia gracias al perfil bien trazado de los personajes y al equilibrio que se establece entre el humor, la emoción y el espectáculo. En definitiva, Spider-Man: Un nuevo universo revaloriza el sobreexplotado mundo cinematográfico de los super-héroes y luce músculo en los apartados técnicos y artísticos. Ojalá que las consabidas entregas que seguirán a esta película permanezcan a la altura de su precedente.