SI ME BORRARA EL VIENTO LO QUE YO CANTO. 2019, David Trueba

En 1982, Fernando Trueba realiza Mientras el cuerpo aguante, documental que sigue las andanzas del cantautor Chicho Sánchez Ferlosio. El artista es tan singular y fascinante que, casi cuatro décadas después, David Trueba vuelve a abordar su figura en Si me borrara el viento lo que yo canto, película enriquecida por la perspectiva histórica que ofrecen los años. El foco que había puesto Fernando sobre Chicho de manera individual, ahora se expande para abarcar el contexto y las consecuencias de su trayectoria vital, ideológica y artística, completando el retrato de un ser cuyo alcance ha sido siempre colectivo. Así, la película de David Trueba funciona como un apéndice perfecto a la de su hermano mayor, en ambos casos el merecido homenaje a un autor que no admite comparaciones.
Si me borrara el viento lo que yo canto tiene una narrativa lineal que se desarrolla, en lo formal, siguiendo la construcción de un mosaico. Las imágenes contienen material de archivo, entrevistas a personas relacionadas con Chicho y secuencias de películas en su mayoría españolas, las cuales ilustran momentos representativos del pasado. Este último elemento es el más original dentro de un conjunto con una gran variedad visual que mantiene, no obstante, la homogeneidad y coherencia.
Trueba tira del hilo argumental con ritmo y buen pulso, intercambiando los puntos de vista generales y particulares en torno al protagonista. La voz del director interviene en algún momento para sumarse al coro, un grupo variopinto de nombres que aportan mucha información y también emociones: Ana Guardione, Jesús Muñárriz, Máximo Pradera, Miguel Ángel Aguilar, Fernando Sánchez Dragó... además de otros que añaden pinceladas al retrato colectivo de Chicho Sánchez Ferlosio, incluido su hermano Rafael, meses antes de morir. Silvia Pérez Cruz habla del carácter popular de un cancionero en el que destaca Gallo rojo, gallo negro, composición cuya letra da título al film. La trama de Si me borrara el viento lo que yo canto responde a la pregunta de cómo un joven de familia rica y conservadora llegó a convertirse en el creador de himnos contestatarios que recorrieron el mundo, por medio de grabaciones que ni siquiera podía firmar a causa de la censura. En suma, una historia apasionante que David Trueba y Joan F. Losilla consiguen sacar adelante mediante el crowdfunding y que supone un documental necesario para comprender la dimensión de un artista genial y único.