WATER LILIES. "Naissance des pieuvres" 2007, Céline Sciamma

Con Water Lilies, la directora Céline Sciamma no solo inaugura una filmografía sino también un discurso coherente que dura hasta hoy, centrado en la igualdad de género y en la normalización de las opciones sexuales. Es un discurso que carece de doctrinas y que apuesta por la sencillez y la depuración de las formas, consciente de que para calar en el público se debe ser accesible, lo cual no equivale a ser banal. En títulos como Tomboy y Retrato de una mujer en llamas, Sciamma elabora pequeños cuentos en los que expone situaciones que el espectador debe juzgar según su propio criterio. También en Water Lilies, la historia de la aceptación de la identidad de una adolescente y su despertar amoroso ante la capitana de un equipo de natación sincronizada. La primera de ellas es introvertida y poco desarrollada, mientras que la segunda es popular y posee una belleza arrebatadora. Por diferentes motivos, ambas están solas. La crónica que hace Sciamma de los sinsabores de la pubertad resulta cercana y serena, dos cualidades poco comunes en un tema tan proclive al exceso y la condescendencia.

Buena parte de los méritos de la película se concentran en sus jóvenes actrices, Louise Blachère, Adèle Haenel y Pauline Acquart, quienes resuelven con naturalidad sus personajes. Sciamma las sitúa dentro de encuadres geométricos que buscan cierta estilización mediante los colores y la disposición de los elementos en el plano. Hay una intención estética además de narrativa por parte de la directora de sintetizar el relato y conservar la misma esencia que define a las protagonistas. Se nota que la cineasta francesa sabe de lo que habla y que refleja en la pantalla muchas de sus experiencias, no en vano apenas llegaba a la treintena cuando dirigió Water Lilies. Una película acerca de la iniciación a la madurez que consigue dotar de universalidad una vivencia íntima, amplificando el testimonio de Céline Sciamma y haciéndolo coincidir con el de tantas mujeres cuyos afectos se apartan de la tradición establecida.

A continuación, un breve vídeo ensayo cortesía de Little White Lies que ilustra la paleta cromática empleada por la cineasta en colaboración con Crystel Fournier, la directora de fotografía de sus tres primeras películas, y Claire Mathon. Relájense y disfruten: