La idea principal de Fireworks wednesday gira en torno a la disolución de un matrimonio emponzoñado por la desconfianza, la mentira y los celos. El guion comienza por la mañana y termina en la noche del mismo día, un descenso a los infiernos del desamor que tiene como testigo y como contrapunto a una joven que va a casarse. La historia adquiere para ella un carácter premonitorio, ya que Farhadi establece algunos detalles que igualan a la pareja de prometidos y la que está en conflicto (las fotografías, el chador) sin caer en evidencias, de manera sutil. Todo lo que ocurre tiene un motivo preciso y está narrado, como siempre, con gran naturalidad. Las extraordinarias interpretaciones de los actores contribuyen al realismo, un plantel en el que intervienen Hedieh Tehrani, Hamid Farrokhnezhad y Taraneh Alidoosti, esta última un rostro habitual en el cine de Farhadi.
La gran habilidad del director consigue intercalar múltiples situaciones y diálogos para potenciar la sensación de caos premeditado que gobierna el conjunto, acorde con el desmoronamiento sentimental que se narra. El escenario idóneo para transmitir este desconcierto es Teherán durante el último día del año, una jornada en la que estallan los fuegos artificiales a los que alude el título y resuenan los estallidos de los petardos. Esta incomodidad sonora no es casual, ilustra la incertidumbre y el ambiente hostil en el que viven los personajes.
Los demás aspectos técnicos están también muy cuidados y alcanzan gran expresividad, desde la fotografía hasta el montaje. Farhadi demuestra su dominio del lenguaje cinematográfico y su capacidad para moverse dentro de la acumulación de componentes narrativos. Esta sedimentación de capas hace que Fireworks wednesday sea una película compleja de apariencia sencilla, un film inteligente y a la vez muy cercano. En suma, una obra mayor que evidencia el talento del cineasta en la primera etapa de su carrera. A continuación, un vídeo que reúne imágenes de este periodo de Asghar Farhadi. Relájense y disfruten: